María José Mures


Poesías de esta autora

Antes de amor – Libro + biografía de la autora – (link para descargar)

«Antes del amor» (Libro)

PREÁMBULO

Me pregunto muchas veces qué es lo que me hace escribir, no sé darle respuesta a esta pregunta ni a otras que me planteo, quizás esté más cerca de la opinión de Johann Wolfgang von Goethe: “Y así tomé ese rumbo, del que ya no podría apartarme a lo largo de mi vida, que consistía en transformar cuanto me alegraba o apenaba o cuanto de algún modo embargaba mi ánimo, en un poema… y decidí por mí mismo sobre él, tanto para exponer mis ideas sobre cuanto me rodeaba, como de esta manera tranquilizar mi espíritu.”En sus memorias, en la primera parte de “Poesía y Verdad”confiesa que en sus años estudiantiles en Leipzig y los que pasó convalescente en Frankfurt, sintió la necesidad de liberarse de las constantes obsesiones a través de su pluma. Tal vez escriba por las mismas circunstancias que él.
De la misma manera que el fotógrafo capta una imagen y la congela para siempre en esa pequeña película, yo hago lo mismo, pero mi película es un papel, ¿cómo no ponerle palabras a situaciones que te transmiten sentimientos? La ventaja de escribir es que puedes hacer un collage de emociones, escribo lo que siento, lo que me imagino y gustaría, lo que nunca vendrá, lo que vas encontrando y perdiendo, en definitiva, todo aquello que del exterior se incrusta en mí. Lo puedo cambiar de género y de número, lo puedo poner en activa para resaltar al sujeto o en pasiva; recorto esta emoción y la pego allí en aquel atardecer, o para este paisaje invento una ternura y hago una composición de afectos, en realidad así escribo, sin saber si lo hago bien o mal, vosotros diréis… Sólo necesito sentir, que te hablen de emociones: amor, odio, celos, rabia, un abrazo, una mirada, un olor, un gesto como el que se marchen todos y sólo se quede la persona que más me importa.

La autora

I

Poesías entre un amor

Átame.

Átame a tu cuerpo
con la fuerza de tus manos
y olvídame tu inexistencia.
Mi corazón
sólo en él palpita,
a tu lado el pulso
encuentra dos caminos.

Descorcha otra botella
para regarnos
del fruto de la vid
y apagar esta pulsión.
Seamos la raíz
que busca la nada
ahondando en lo oculto.

Mnemosine.

Devuélveme todo el amor
que retuve ese instante
¡Oh divina Mnemosine !
Dame su sicalíptica carne
entre mis dedos,
si sentirlo no puedo
guíame a su erótica memoria.

Tu presencia.

En cada gesto
de tu presencia desnuda
robas mi suspiro,
dilatando las pupilas ciegas
que brotan de mis senos.

Yo, sensible de tu presencia
me vierto sobre ti
formando una silueta.
Sin palabras precisas
nacieron sentimientos llenos
que nos envuelven y atan,
sólo el amor del silencio
nos guía esta noche.

No dijimos nada
al oír el grito
de tu cuerpo y el mío.
Callamos…
Gritos mudos surgidos
que cubrimos sin prisa
entre sábanas de seda.

Otoño.

Días de otoño,
hojas caídas que se mueven
golondrinas del recuerdo
y triste pisar hasta verte de nuevo.

Seré el aire que levante
las hojas y te busque,
miraré en los árboles,
en cada paso miraré.
Te despido y me abandono
al mismo tiempo,
siempre vendrá una primavera
pero desconocemos las veces.

Ven y préstame como un juguete
tu amor.
Ven y en simbólico juego
te amaré por mi cuerpo.
Ven antes que el girasol florezca.
Ven antes que me muera para siempre.
Hay días de otoño…

Calendario

No miraba si la luna
estaba llena o vacía
si era cualquier onomástica
de nombre insignificante
ni los días hasta el sábado
ni leía la publicidad
sólo contaba los días
para medirte con mis besos.

Abril.

Todas las noches besaba mi foto
y la guardaba en el cajón,
todas las noches me amaba en secreto
desde sus labios al cajón.

Un día cerré los ojos
besé la foto
al abrirlos
vi que no era yo.

Qué es…

Te necesito y no sé
es amor, es pasión, es querer
¡ son tantas cosas !

Es una mirada que late
es un beso, una caricia
¡ son tantas cosas !

Es una frágil desnudez
es el cuerpo que respiro
¡ son tantas cosas !

Es un baile go-go
es un moldeado de dos cuerpos
¡ son tantas cosas !

Son dos cuerpos amados
apasionados, queridos
¡ es una sola cosa !

Arrabales.

Para qué ver subir la luna
en las noches de verano.
Para qué escuchar
el último grillo
rojizo de la aurora.

Para qué pensar
en la voluptuosidad febril
de los arrabales lujuriosos
que nos envolvían.

Derrochamos la semilla de Onam
y me punza la belleza
en tu lánguido recuerdo,
mientras tocan lágrimas
en mi arpa desnuda.

Un día cualquiera.

Tranquila es el alma
que no espera nada,
inquieto es el niño
que juega haciendo daño,
torpe es la mano
que no sabe lo que toca;
y alegre es el resplandor
de la luz en tu boca.

Inquieta soy yo
cuando te miro tranquila,
y torpe es mi mano
cuando busca tu cuerpo
apretado, en la noche
de un día cualquiera.

Para verte.

Dijiste no temas y me asusté
era el último adiós.
Si verte quiero
he de cerrar mis ojos.
Si abrazarte deseo
debo más fuerte.
Me cegaría para tenerte
y sentirte como ayer
tus manos, tus labios
tus silenciosas palabras
de genio limado.

¡ Ay! Y saber que para verte
he de vivir en la oscuridad.

Como en Abril.

Impulsos agotadores
en la mañana de abril
-qué ilusiones, qué entereza –
¡ cuán imposible vivir sin ti !

Pecado sobre pecado
navegando sobre ti
– qué dulce agonía
cuando estás en mí -.

Fuego que arde en nosotros
toda la noche de abril.
Vientre en tus ojos
anhelándolo todo
y sólo en tus ojos
para ser feliz.

Cae la noche
y muchas estaciones
y aún vivo como en abril.

Irreconocible.

Que no conozco el tiempo
cuando se viste de amor
nada es guerra
nada es rencor.

Que no conozco más dicha
que ahora tú y yo
todo es belleza
todo es color.

Que no conozco tu cuerpo
preparado para el amor,
nada está prohibido
todo es creación.

Baobag.

Dime tiernas palabras al oído
en la capa azul de la noche
y las escucharé ansiosa
sobre la hierba tibia.

Háblame de amor
por la orilla de mi cuerpo
acomodado bajo el baobag
en la tranquila soledad
y contempla el perfume del aire.

Regalos de juventud.

Me diste el mayor regalo
que existe en el mundo,
envolverme con tu placer,
poco a poco te quité la ropa
y amé tu juventud voluptuosa.

Pensamiento.

Ojalá estuvieras
pensando en mí,
y proyectar mi recuerdo
en la pizarra de tu oscura mente.

Y si así fuera,
tomaría la virgen tiza
para crear situaciones,
podría ofrecerte un beso
podría dibujar un corazón
podría dejar un te quiero
o colorear el futuro imaginario.

Y si así fuera,
tomaría la pizarra
adentrándola en lo oscuro
donde nadie la pudiera
borrar jamás.
Ojalá estuvieras
pensando en mí,
ojalá así fuera…

Comencemos.

Caricia primera
que viene  a mi  cuerpo
y se  pierde
como duendes de acero.
Cansémonos  los  dos
de  este  primer  momento
agotando  mi  vivir
comenzando  de  nuevo.

Quema.

Quema el amor
en la noche oscura
cuando la boca derrota
el cuerpo frágil yaciente.
El baile del fuego
alegra los encantos marchitos
y el amor yace en el ritmo del fuego.

La carne viva
se alegra del encanto,
¡ carne viva del placer alegre !
de la carne que arde
de la leña que escuece
de la pena que queda
cuando todo se desvanece.

Mientras aguanta el encanto
la leña no envejece.
Una flauta se acerca
y pinta un tiempo;
una antorcha, una corona:
¡ un canto de Himeneo !

Recuerda este canto
y aquel momento,
entonces hubo alegría
entonces hubo acoplamiento.
Termina el canto
y queda la nada
que antes fue todo
en la noche olvidada.

Se evaporó deprisa
la combustión de los cuerpos
y el alma de la leña agotada
afirma la subordinación del cuerpo.

Este ansia de estar en ti,
del impulso que llevas dentro
me visten de catexia libidinal
y aún deseo estar dentro.
Quema el amor
en la aurora rosácea.

Tus labios.

La verdad te duele
en lo más hondo de ti
sácala, no seas tonta
y deja de fingir.

Tus labios resisten
y te parecen oprimir
porque cada vez
que lo miras
se lo quieres decir.

Corazón en tu boca
si te veo de perfil
si tus labios son corazón
¡ para de mentir !

Si luego servís al amor
¿ por qué ahora lo encubrís ?
labios que luego besan
y ahora no se pueden abrir
para decir una palabra
que os una a él y a ti.

Los labios ardorosos
te dejan de encubrir
y por primera vez
lo pude oír,
que todo tu sufrimiento
y todo tu dolor
cupo en una palabra
que fue Amor.

En el brocal.

De las tejas
corría el agua al jazmín,
el balde y la roldana,
brillaban con la luna.

Cada gota rompía
la magia plateada
del interior.
Apoyado en el brocal
rasgaron mi camisa
y yo su rojo vestido.
La tormenta comenzaba,
sin truenos ni rencor.

Condena

Condéname para siempre
quiero ser prisionera de tu beso
cautiva de tu abrazo.

Condéname a estar contigo
y dame pan mojado de amores.

II

Un Amor muy especial

Tríptico.

I
Me pediste ser alguien
y te di forma,
quisiste volar
y te di alas,
quisiste ser fuerte
y te di un cetro,
quisiste amar
y te di un corazón,
después lo abracé
y me hice barro.

II
Grito para no oír
mis sentimientos,
te grito
para olvidar los tuyos.

III
A veces mis manos
dan forma al pensamiento
otras
la figura moldea mi pensar.

Ángel.

Nuestra dulce alegría
duró nueve meses
porque tu ignorancia
hablaba con la ternura
que ahora echo de menos.

Acariciabas tu vientre
mientras me hablabas suave,
siendo feliz a mi lado.

Pero ahora
no entiendo tus lágrimas
en la eterna madrugada,
quizás tu alegre despertar
fuera mi ausencia.
No me miras al mirarme,
me gritas al hablarme.
No pensaste que la traición
del Ángel veintiuno
volaria sobre ti.

Paraíso 21.

Mi pensamiento vuela
debajo del agua
y veo mi cara extraña
entre miles de hierbas pensar.

Mis primeros pasos
fueron los tuyos,
tus palabras son en mi boca
alas de paloma.
Mis acciones no tienen eco
porque cogí el tuyo.

Mi hermosura
es dueña del Paraíso
que te agoniza,
fui alegría breve,
y seré tu gran
pesar mañana.

Guirnalda.

Por ti mis lágrimas
mis malas noches tú
olvidamos palabras al sol
– te quiero –
y nos quema la voz
cuando la nada
surgió de la garganta.

Por ti, yo
por mí, tú
Silencio…
¿Habló alguien en siete calles?

Sujeto en nada.

Pensamiento duro es tu cuerpo
cargado de incomprensión ajena,
sientes, vives, gritas
pero te sujetas en la nada
escuchas tus propias voces
al filo de lo inquieto.

Tu pensamiento se pinta
con letras de escayola,
tu cuerpo deforme y bajo
se posa en el mismo lugar
bajo la flor del almendro
y allí esperas la nada.

El fuerte ruido te tranquiliza
como el suave trueno de madrugada;
y tú, tiemblas tranquila
escondida tras las sábanas.

III

Del amor que nunca llegará

Diciembre

Dejadme contemplarla:
sus pies cubiertos de jazmín,
sus senos juveniles
su cuerpo rosado y puro.

Dejadme que la abrace
y cuando haya terminado
cubridla con el velo del adiós.

Partida

Una lágrima
se difuminó en tu cara.

Y en tu cuerpo quedaba
el sufrimiento de un amor.

Me querías decir: te quiero
pero sonaría ridículo,
sería absurdo,
se lo llevaría el viento.
Lloraste tú y callé.

Tus ojos.

Infinitos caminos
que trazan mis ojos
y sólo persiguen
encontrar los tuyos,
¿ dónde están que no los veo?

Donde estén
irán mis ojos
como alma en duelo
acechando los tuyos
porque si no muero.

Con los ojos te llamo
y no hallo respuesta,
mas no me canso
hasta que al menos
me sienta muerta.

Donde den luz
estaré arrimada,
deseándonos los dos
en una mirada.

Con los ojos llagados
me alejo con llanto,
– no vi luz,
no vi nada –
sólo espanto.

Tus ojos no sentirán
mis tibios senos,
no alumbrarán mi cuerpo,
tus ojos, tus ojos…

Me miras, te miro.

Llega la mañana
y es cuando nos vemos,
me miras, te miro
y seguirá eterno.

¡ Quién como Dios me escuchara
y supiera que estoy enfermo
que aún vivo esperando
en realizar mi sueño !

El café en mi boca
es tu puro cuerpo
delicado y dulce
pero…es sólo un sueño.

Me marcho al trabajo
y espero el crucial momento
de la ritual despedida
que es tu frío beso.

Eres granizo helado
que no se derrite en lecho,
– un iceberg congelado –
y yo lo que ahogas dentro.

Mis tibias caricias
en tu álgido cuerpo
pensar me hacen
que ya estoy muerto.

Fue una febril noche
que estaba vivo y muerto
cuando me quedé abrazado
Dios me perdone sobre tu cuerpo.

Recuerdo.

Tú  seguirás recordando
el amor que allí nació,
bajo la sombra del chopo
fue donde todo empezó.

Gozamos como pequeños
y nuestro amor se fundió
en los jardines floridos
que este Parque se ocultó,
¡ Ay Amor, mi Amor !

Nuestro Parque era mágico
y todo cambió
– nuestro Parque era hermoso-
allí nuestro amor nació.

Pero ya nada me queda
ya todo se terminó
¡ oh Amor, siempre te amaré !
ya la vida se apagó
¡ Ay Amor, mi Amor !

¿ Por qué llegará la muerte?
¿ por qué mi amor se escondió?
¿ por qué se fue mi alegría?
¿ por qué se desvaneció?

Ya te fuiste para siempre
pero no todo acabó
sólo me queda en la vida
el saber que yo te amé.

Corazón grana

En el escritorio alabeado
la libreta desempolvé
con los corazones granas
de tu lápiz alpino.

Tus frases fluorescentes
y esa palabra love
que mi goma de nata
intentaba eliminar.

Ahora lo hace el tiempo
mas en mi interior
queda la fuerza de tus manos,
ahora que lo entiendo
no sé dónde estás.

Elocuencia

Alrededor del círculo recto
que mide mi mano
veo el deseo de tenerte.
La quiromancia es amarte
sin más adivinación
en la eme de mi mano.
¡Cuánta  vida,
cuánta muerte!

Pétalos de recuerdo.

Te irás
y conservaré
tu recuerdo
como pétalo disecado.

Te buscaré
en el nombre de la rosa
siendo jazmín y nardo
siendo lirio y amapola.

Alegrando los campos estarás
en un día triste cualquiera
sin ser otoño viviré
sin florecer penas las tendré.
Acuérdate de volver
siempre en primavera.

En tu nombre.

Cuando más ruido hacía el agua
gritaba tu glorioso nombre
– pero no venías -.

Abatida caí al suelo
y lo rayaba al agua
con gotas de mi crúor,
no me importaba morir
en aquel segundo pasajero.

Llovía – sí –
mas no me preocupaba
tan divino riego,
fue mi último deseo:
gritar tu nombre.

Tú.

No te quería besar
Pero no lo omití.
No supe incitarte con caricias
Pero tú decías que sí.

Sólo sé
Que cuando más te quería
Yo dije: » no »
Y tú: » por favor: sí».

Es todo lo que queda.

Recuerdos que son recuerdos,
miradas que se buscaron
besos que compartidos fueron
¡ es todo lo que queda !

Un verano tórrido
una caricia ardiente
unas notas rotas
¡ es todo lo que queda !

Aún te pienso
cuando fuimos amados,
en mis sueños desabridos
¡ es todo lo que queda !

Cuerpos indiferentes para amarse,
distintos en comprenderse,
pero abrazados en una luna
¡ es lo que queda !

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